El libro de los protagonistas 2008 – Edición del Centenario Ser Arquitectos de Punta del Este
29.02.2008
QUIENES SOMOS EN PUNTA DEL ESTE

El libro de los protagonistas 2008 – Edición del Centenario Ser Arquitectos de Punta del Este

Ser arquitecto en Punta del Este. Por José Luis Litman.

Gracias a mi padre, Mauricio Litman (públicamente reconocido como uno de los más importantes pioneros de Punta del Este), que con su gran visión global y espíritu emprendedor, fue creador del Cantegril Country Club y tantos otros emprendimientos en este balneario, es que hoy tengo aquí en esta hermosa tierra, una importante parte de mi trayectoria profesional.

Un balneario que se convirtió –gracias a los festivales internacionales organizados hace 50 años por Mauricio Litman, que con su visión extraordinaria avizoró lo que sería Punta del Este – y no se equivocó!

Con trayectoria internacional, avalada por nuestras obras en Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Chile, Perú y Costa Rica, me siento un Arquitecto local Rioplatense y reconozco que siempre me resultó un desafío desarrollar mi arquitectura en Punta por toda la historia familiar. Trabajar en este lugar es un lujo, y siempre busqué integrar en mis proyectos al entorno natural, para mantener la armonía y el equilibrio del ambiente.

Tal vez el factor más importante de toda mi experiencia aquí, sea la familiaridad que tengo con esta ciudad, y así es como logro cristalizar mis ideas combinando estética, diseño y tecnología.

Si bien cada uno tiene un estilo, cada lugar y cada dueño también lo tienen, un ejemplo de ello son el Edificio “Rincón del Indio”, el Edificio “Terrazas”, o “Veramansa”, el “Green Park” y nuestras diversas residencias que con “American Style” o estilo súper moderno combinando piedra, madera y vidrio sobre el mar. Es la cuidada selección de materiales que se funde con la arena y el mar, lo que hace que la arquitectura se destaque. Basado en esta premisa he buscado lograr, con una identidad personal. Punta del Este, con su glamour internacional y su paisaje infinito es el entorno ideal para plasmar desarrollos inmobiliarios a gran escala. Nada tiene que envidiar en calidad, servicios y entorno, a ningún lugar del mundo. Es más, Punta del Este logró transformarse en un imán del público internacionales –tanto de Estados Unidos y Europa- que ven la posibilidad de cumplir sus sueños, de tener sus residencias en un lugar con un crecimiento ilimitado y un pueblo muy amigable. Los desarrollos en los que estoy trabajando actualmente, como como el clímax de mi carrera. Estoy plasmando tanto en Veramansa como en Green Park, todo lo aprendido hasta ahora he incorporado todo aquello que pide el público internacional clase triple A, del primer mundo.

Estos dos emprendimientos a gran escala y calidad, que he proyectado y ahora se construyen basados en una arquitectura cálida, humanística, ecléctica, con la máxima tecnología en construcción, son como un sueño hecho realidad. (ver litmanarquitectos.com.ar).

Y así que –acostumbrado a como vivimos la playa, y los accesos a la misma- siempre he priorizado no alterar las hermosas dunas que caracterizan nuestras playas.

Es entonces, que con un constante espíritu innovador, que estamos realizando el primer túnel en uno de los emprendimientos en los que estamos participando, y así lograr un acceso seguro y directo a la playa.

Creo que con estos proyectos se logró traspolar a Punta, aquellos hermosos barrios cerrados que tanto admiramos en otros países. Los inversores y el público de mayor poder adquisitivo que ha disfrutado en el exterior de este tipo de resorts, edificios y barrios con terminaciones de lujo y de calidad; estaban a la espera de una oferta inmobiliaria aggiornada a nivel internacional.

Creo que con nuestra propuesta, logramos satisfacer estas necesidades a través de una arquitectura urbanista con diseño innovador.

Punta del Este, es uno de los pocos balnearios en el mundo que- con su extensísima y variada costa- se puede disfrutar desde la paz de una chacra hasta el Jet Set en los hoteles t resorts de lujo, en todo su recorrido desde el lomo de la Ballena hasta José Ignacio. Para mí, la arquitectura es un desafío permanente y, este preciado paraje en el que vivo y disfruto cada verano desde mi niñez junto a mi padre –Mauricio Litman- me inspira sobremanera. Estoy orgulloso de poder ser parte con mi Arquitectura del crecimiento y aggiornamiento de este maravilloso balneario.

Mazer de Litman, Blanca. Protagonista y promotora de Punta del Este

Nació en Buenos Aires el 11 de noviembre de 1924, en el barrio de Belgrano, que aquel entonces era uno de los más selectos y residenciales de la ciudad. Es hija de Guillermo y de Ana. Fue la “hermana del medio” de tres hermanos. Ha tenido 6 hijos: Silvia Mónica (fallecida), Alejandro (Alex), Diego Mario, José Luis, Enrique Alfredo y Guillermo Eduardo. Su hijo José Luis, es un exitoso arquitecto, que ha continuado la labor de su padre en Punta del Este, y es el responsable de innumerables construcciones de prestigio. Ha sido junto a su esposo, Mauricio Litman, una de las mayores impulsaoras y promotoras de Punta del Este, participando junto al mismo en todos los grandes proyectos que emprendió. Estudió francés, inglés, danza clásica y se graduó como Maestra. Desde los 7 años practicaba gimnasia, algo que siguió haciendo gran parte de su vida, lo que siempre le ha dado una envidiable figura. Su familia tenía un negocio fotográfico (en Callao y Corrientes) el que circunstancialmente ella atendía en su adolescencia (pero “nunca a hombres”, dice). Cumpliendo esa labor en la empresa familiar, que Mauricio Litman la vio, cuando ella apenas tenía 13 años y el 18.

En esa oportunidad quedó cautivado, y aún sin conocerla dijo “con esa rubia me voy a casar”.

Tres años después, cuando ella tenía 16, la reconoció en un club, le estiró la mano y le dijo “sírvase señorita Mazer”, a lo que ella le respondió “y usted quién es…?”. Su tío y dentista los presentó y ya no pudieron separarse, comenzando ya a caminar juntos.

Luego de esa jornada se separaron, pero ella no le dio su teléfono. A la mañana siguiente Litman le envió un ramo de rosas rojas aterciopeladas, que era tan grande, que no cabía por la puerta. A partir de eso comenzaron a salir, concurriendo, siempre acompañados, a conciertos, bailes en casas de amigos y otras reuniones. En uno de esos conciertos la toma de la mano por primera vez, mientras su madre la pellizca. A la salida del mismo conoce al padre y le pide para visitar a su hija. Ella vio que Litman “tenía agallas”.

De ello resultó que con apenas 11 ó 12 años debió enfrentar la necesidad de sostener a su familia. Como era un emprendedor nato, en la mañana concurría al colegio y por la tarde vendía helados en el Zoo. Luego buscó expandir su negocio y realizaba la venta puerta a puerta. Toda la recaudación la entregaba a su madre.

Más adelante incursionó en otros negocios y fue avanzando poco a poco, hasta cimentar una fortuna que le permitió ser un verdadero mecenas, impulsando sus propios negocios, pero también generando trabajo y haciendo poner a Punta del Este en el mapa del mundo y de los inversores. Su noviazgo duró 8 meses, tras lo cual se casaron, pasando una larga “luna de miel” de más de 8 meses, en Bariloche, Mar del Plata y Punta del Este. Cuando retornó de su largo viaje, se instaló en un apartamento alquilado en Buenos Aires. Su esposo le dijo que “las mujeres no trabajan” y que debía ser una “buena ama de casa”.

Esa etapa fue entonces de un gran aprendizaje para ella, ya que no sabía cocinar ni llevar un hogar adelante. Estando en Punta del Este, en la zona hoy conocida como Cantegril, Litman miró el lugar y le dijo a Blanca: “cielo, estas tierras serán un club y te regalaré un chalet, como vi en Nueva York”.

Cuando compró el arenal que luego sería el Cantegril Country Club y todo un barrio pionero de Punta del Este, la gente del lugar decía que era “un loco”.

Su primera y emblemática casa en Punta del Este fue construída por el Arq. Carlos García Goldaracena.

Si bien Litman no incorporaba formalmente a su esposa en los negocios por su concepto de que las mujeres no debían trabajar, Blanca siempre fue su mano derecha en el desarrollo de los emprendimientos que encaró en Punta del Este.

Junto a ella y con el apoyo de las autoridades del gobierno uruguayo, crearon los famosos Festivales internacionales de cine de Punta del Este, que marcaron una época dorada del balneario y trajeron a las estrellas más rutilantes de ese momento.

Dice que su marido “sabía vivir” e invitaba siempre a los amigos y que juntos compartieron los momentos más importantes de su vida.

Litman tenía premoniciones sobro lo que haría y luego lo realizaba. Ella siempre creía en él, y estaba segura de que en cada emprendimiento triunfaría. Muchas personas de la época le tenían envidia por su éxito, y Blanca siempre le cuidaba las espaldas.

Memoriosa e intuitiva, es sumamente elegante, ingeniosa y muy alegre. Además en su corazón y en su memoria, atesora su historia familiar en un álbum de fotografías amarillentas, que recoge la fastuosidad de las grandiosas fiestas, de los festivales de Cine de Punta del Este y de los visitantes famosos de todo el mundo de la que fue anfitriona junto a Litman, verdadero símbolo y la fama internacional de Punta del Este.